CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

viernes, 20 de septiembre de 2013

Fwd: La lección de teología de Margarita Barrientos



LA LECCIÓN DE TEOLOGÍA DE MARGARITA BARRIENTOS

PATRICIA PAZ, ppaz1954@gmail.com

BUENOS AIRES (ARGENTINA).

 

ECLESALIA, 20/09/13.- En su charla de TEDx Río de la Plata, Margarita Barrientos nos da una lección de teología. La charla se titula: "Quién es Dios para mí" y termina con la siguiente anécdota que les transcribo más o menos con sus palabras:

Mi mamá dejaba todos los días un plato servido en el centro de la mesa como un florero y un día yo le pregunté por qué quedaba esa comida y si no la podíamos comer y ella me dijo que no entonces le pregunté por qué y ella me respondió "si viene Dios a pedirte comida qué le vas a dar" y yo esperaba que viniera Dios. Un día vuelvo corriendo a casa de cuidar los chivos y veo a un hombre que está comiendo la comida, entonces voy corriendo y le digo a Mamá, él no es Dios, entonces ella me preguntó, ¿lo conocés a Dios? y yo le dije que no y ella me contestó, entonces él es Dios. Por eso será que a toda persona que llega al comedor todos los días no le preguntamos de dónde viene, porque yo siempre digo que es Dios que viene a comer.

Margarita Barrientos, para los que no la conocen es la que fundó y dirige hasta hoy el comedor Los Piletones que da de comer a 1500 personas todos los días. Esto también está en la charla que vale la pena escuchar para conocer a esta persona increíble.

Volviendo a la lección de teología me viene a la memoria las palabras de Jesús, "Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a pequeños" ( Mt 11, 2526). Yo no sé si la mamá de Margarita Barrientos sabía leer, pero de lo que estoy segura es que no leía la Biblia, simplemente porque en aquél tiempo la Biblia no se leía como ahora. Tampoco sé cuántas veces por año llegaría algún sacerdote a celebrar misa en el monte santiagueño donde vivía. Por eso no sé si ella habrá escuchado las palabras de Jesús en Mateo 25. Pero lo que sí sé es que en su sencillez y su vulnerabilidad, ella comprendió perfectamente el mensaje del Evangelio. Puedo ver también que con su vida ella hizo crecer el Reino y además evangelizó a sus hijos para que hicieran lo mismo. Al menos lo hizo con Margarita.

Y esto me lleva a pensar en nuestra Iglesia tantas veces preocupada por imponer doctrinas, normas y ritos, más que en poner en práctica las palabras y las acciones de Jesús. Y en contrapartida la sencillez de esta mujer que engloba en una acción toda la teología. Porque, ¿qué más podemos decir de Dios? Y si reconocemos que Dios está en cada una de las personas con las que me encuentro a diario, y las recibo como lo recibiría a Dios, ¿hace falta algo más para que el mundo se convierta en Reino?

Además desde la teología de Margarita Barrientos y su mamá podemos encontrarnos todas las religiones y juntas aprender a vivir como hermanos. No tenemos que preguntarle a nadie de dónde viene o en qué Dios cree, porque reconoceremos a todos como encarnación del único Dios. Y entonces los trataremos con respeto y veneración reconociendo en cada uno la presencia de un mismo Padre/Madre que nos creó para que juntos construyéramos una historia donde a nadie le falte lugar en la mesa.

Si Margarita Barrientos en su precariedad, le puede dar de comer a 1500, ¿qué pasa en el mundo que todavía hay tantos que tienen hambre? ¿Adónde estamos los cristianos que sí leímos Mateo 25 y que además tenemos muchos más recursos económicos que ella? Algunos están entre las personas que hacen posible que su comedor funcione. Pero la pregunta que debemos hacernos es por qué hay tantos que no tienen lo suficiente para vivir, porque si todos los que nos consideramos discípulos de Jesús realmente viviéramos como él nos enseñó, a nadie le faltaría el pan.

Escucharla a Margarita me interpela profundamente y me demuestra que con voluntad y mucho amor se puede hacer realidad un mundo distinto. Y por eso me digo y les digo, sobre todo a mis compatriotas argentinos, que dejemos de quejarnos y de enfrentarnos entre nosotros y pongamos manos a la obra. Que hay mucha gente que necesita de nuestra mirada amorosa y de nuestras acciones solidarias, que no se agotan en hacer donaciones frente a alguna tragedia, si no en construir todos los días, todos juntos, una nueva Argentina. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

 

 

 

viernes, 13 de septiembre de 2013

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - EL GESTO MÁS ESCANDALOSO

24 Tiempo ordinario (C) Lucas 15, 1-32
EL GESTO MÁS ESCANDALOSO
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

ECLESALIA, El gesto más provocativo y escandaloso de Jesús fue, sin duda, su forma de acoger con simpatía especial a pecadoras y pecadores, excluidos por los dirigentes religiosos y marcados socialmente por su conducta al margen de la Ley. Lo que más irritaba era su costumbre de comer amistosamente con ellos. 

De ordinario, olvidamos que Jesús creó una situación sorprendente en la sociedad de su tiempo. Los pecadores no huyen de él. Al contrario, se sienten atraídos por su persona y su mensaje. Lucas nos dice que “los pecadores y publicanos solían acercarse a Jesús para escucharle”. Al parecer, encuentran en él una acogida y comprensión que no encuentran en ninguna otra parte.
Mientras tanto, los sectores fariseos y los doctores de la Ley, los hombres de mayor prestigio moral y religioso ante el pueblo, solo saben criticar escandalizados el comportamiento de Jesús: “Ese acoge a los pecadores y come con ellos”. ¿Cómo puede un hombre de Dios comer en la misma mesa con aquella gente pecadora e indeseable?
Jesús nunca hizo caso de sus críticas. Sabía que Dios no es el Juez severo y riguroso del que hablaban con tanta seguridad aquellos maestros que ocupaban los primeros asientos en las sinagogas. El conoce bien el corazón del Padre. Dios entiende a los pecadores; ofrece su perdón a todos; no excluye a nadie; lo perdona todo. Nadie ha de oscurecer y desfigurar su perdón insondable y gratuito.
Por eso, Jesús les ofrece su comprensión y su amistad. Aquellas prostitutas y recaudadores han de sentirse acogidos por Dios. Es lo primero. Nada tienen que temer. Pueden sentarse a su mesa, pueden beber vino y cantar cánticos junto a Jesús. Su acogida los va curando por dentro. Los libera de la vergüenza y la humillación. Les devuelve la alegría de vivir.
Jesús los acoge tal como son, sin exigirles previamente nada. Les va contagiando su paz y su confianza en Dios, sin estar seguro de que responderán cambiando de conducta. Lo hace confiando totalmente en la misericordia de Dios que ya los está esperando con los brazos abiertos, como un padre bueno que corre al encuentro de su hijo perdido.
La primera tarea de una Iglesia fiel a Jesús no es condenar a los pecadores sino comprenderlos y acogerlos amistosamente. En Roma pude comprobar hace unos meses que, siempre que el Papa Francisco insistía en que Dios perdona siempre, perdona todo, perdona a todos..., la gente aplaudía con entusiasmo. Seguramente es lo que mucha gente de fe pequeña y vacilante necesita escuchar hoy con claridad de la Iglesia. 

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viernes, 6 de septiembre de 2013

PERLAS DE PAGOLA PARA EL FINDE - NO DE CUALQUIER MANERA

23 Tiempo ordinario (C) Lucas, 14, 25-33
NO DE CUALQUIER MANERA
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

ECLESALIA, 04/09/13.- Jesús va camino de Jerusalén. El evangelista nos dice que le “acompañaba mucha gente”. Sin embargo, Jesús no se hace ilusiones. No se deja engañar por entusiasmos fáciles de las gentes. A algunos les preocupa hoy cómo va descendiendo el número de los cristianos. A Jesús le interesaba más la calidad de sus seguidores que su número.

De pronto “se vuelve” y comienza a hablar a aquella muchedumbre de las exigencias concretas que encierra el acompañarlo de manera lúcida y responsable. No quiere que la gente lo siga de cualquier manera. Ser discípulo de Jesús es una decisión que ha de marcar la vida entera de la persona.
Jesús les habla, en primer lugar de la familia. Aquellas gentes tienen su propia familia: padres y madres, mujer e hijos, hermanos y hermanas. Son sus seres más queridos y entrañables. Pero, si no dejan a un lado los intereses familiares para colaborar con él en promover una familia humana, no basada en lazos de sangre sino construida desde la justicia y la solidaridad fraterna, no podrán ser sus discípulos.
Jesús no está pensando en deshacer los hogares eliminando el cariño y la convivencia familiar. Pero, si alguien pone por encima de todo el honor de su familia, el patrimonio, la herencia o el bienestar familiar, no podrá ser su discípulo ni trabajar con él en el proyecto de un mundo más humano.
Más aún. Si alguien solo piensa en sí mismo y en sus cosas, si vive solo para disfrutar de su bienestar, si se preocupa únicamente de sus intereses, que no se engañe, no puede ser discípulo de Jesús. Le falta libertad interior, coherencia y responsabilidad para tomarlo en serio.
Jesús sigue hablando con crudeza: “Quien no lleve su cruz detrás de mí, no puede ser mi discípulo”. Si uno vive evitando problemas y conflictos, si no sabe asumir riesgos y penalidades, si no está dispuesto a soportar sufrimientos por el reino de Dios y su justicia, no puede ser discípulo de Jesús.
No se puede ser cristiano de cualquier manera. No hemos de confundir la vida cristiana con formas de vivir que desfiguran y vacían de contenido el seguimiento humilde, pero responsable a Jesús.
Sorprende la libertad del Papa Francisco para denunciar estilos de cristianos que poco tienen que ver con los discípulos de Jesús: “cristianos de buenos modales, pero malas costumbres”, “creyentes de museo”, “hipócritas de la casuística”, “cristianos incapaces de vivir contra corriente”, cristianos “corruptos” que solo piensan en sí mismos, “cristianos educados” que no anuncian el evangelio... 

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).